miércoles, 21 de diciembre de 2011

LII. Los "Kikos" están de enhorabuena

Acabo de leer la prensa digital y sin duda al conclusión que saco, al margen de que Mariano Rajoy sea el nuevo presidente del gobierno de España o que hayan sacado el tráiler de El Hobbit, es que los "kikos" están de enhorabuena. Sí, no me cabe duda. ¿Por qué dirán ustedes? Pues sencillo. La solemnidad de las celebraciones religiosas peligra y eso les gusta. Esa tradición ancestral de usar incienso en las eucaristías puede tener los días contados y los cofrades llorarán desconsolados ante el olor angelical de la Semana. El Tres Reyes podría quedar sólo en nuestra retina y conservar su fragancia en la memoria de nuestros aromas. Se puede acabar el chollo del incienso y los neocatacúmenos deben estar frotándose las manos. Por fin ese olor que para ellos es alcanfor de sacristía puede quedar desterrado, en pos de..a saber qué. Y eso que, señores, esto es lo que nos cuenta el ABC en su versión digital:

Incienso, oro y mirra para el Mesias, reza la tradición. Gaspar es el Rey Mago encargado de ofrecerle la fragante resina al Niño Jesús. Pero si los augurios no cambian, lo que sí cambiará será la historia: «La producción de incienso está condenada», alerta un grupo de científicos en la revista británica Ecological Society's Journal of Applied Ecology.
«Dentro de cincuenta años, el número de Boswellias, los árboles de los que se extrae el incienso, podría reducirse un 90%. Y dentro de 15 años, su población se reducirá a la mitad», asegura Frans Bongers, de la Universidad Wageningen (Países Bajos).

Ecologistas etíopes y holandeses han basado su cálculo en un estudio con 6.000 árboles del género Boswellia que les han trasladado dos años al noroeste de Etiopía, en áreas próximas al nacimiento del río Nilo Azul. Los científicos aseguran que el árbol Boswellia está desapareciendo de manera acelerada debido a dos motivos, principalmente: 1) están siendo expulsados por otras especies de rápido crecimiento; 2) los ejemplares más jóvenes, además, están siendo devorados por los animales, los incendios y los ataques de insectos. El árbol Boswellia es un pequeño árbol caducifolio que crece en las tierras secas de África -desde el norte de Nigeria hasta las tierras altas de Etiopía y Eritrea- y la penísula arábiga. Los expertos han pedido a las autoridades locales que centren sus esfuerzos conservacionistas durante la próxima década en esta variedad, a fin de poder revertir su situación de amenaza.

Fuente. ABC

1 comentario:

  1. Y digo yo... ¿Cuánta tierra improductiva o sin cultivar hay en España? Oye, que me pongo a estudiar el caso, que tengo un terrenito baldío por mor de la crisis. No, si todavía pego un pelotazo.

    Por cierto, aunque sea por privado: ¡dame la solución de la adivinanza, que llevo sin dormir dos días!

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