XIV. De Ricardo de la Vega a Mariano José de Larra

Todo se ha consumado. El último hálito de esperanza se disipado como un vaso de soda. No queda más que el recuerdo y la nostalgia. No queda espacio para el consuelo ni para el letargo.

Poco después de las once de la mañana se ha disparado a quemarropa el tiro de gracia de unos criminales hacia un legado cultural, social y político. Se ha conjurado un temible contubernio de difícil resolución y de insospechado poder del que sólo sabemos quién participa y qué quiere pero aún no hemos visto todo el arsenal que es capaz de desplegar. Sólo hemos dilucidado, muy levemente, la punta de un funesto iceberg. Tras unas lamentosas comparecencias en el Parlamento de Cataluña en las que se ha instado a la demagogia, a la farsa y a la pejiguería más sensacionalista se ha procecido a la votación del texto de la ILP que daba vía libre a la modificación de la Ley de Protección Animal del Principado catalán. Resolución final: quedan prohibidos todos los festejos taurinos a partir de 2012, a excepción del "correbou", que será pasto de discusión en tiempos venideros.

Pero no nos engañemos es un resultado merecido. Se nos ha evaluado, se nos ha medido y no hemos dado la talla. No hemos sabido dirigir un debate de vital cometido, no hemos sabido aportar ni contrarrestar las ideas maquiavélicas que han aportado: únicamente nos hemos limitado a al fácil recurso del argumento de autoridad hablando de Goya, de Lorca, de Dalí, de Valle-Inclán, Ortega y Gasset, Baroja, Darío, Picasso... ¿qué convences con eso? Nosotros partimos de la premisa de que es Arte, ellos de que es Tortura. Vayamos a su terreno, discutámosle con armas, que las tenemos, de que no hay tortura dentro de la tauromaquia. Demostrémosle que hay vida, que hay amor a la vida, respeto hacia todos, hacia la gente y hacia en animal. Pero es demasiado tarde, ya han ganado la guerra. Nos hemos dejado ganar.

Atrás queda aquello de que es una fiesta española que ni el gobierno la abole. Ya lo ha hecho. Ahora sólo queda aquello que decía Larra: aquí yace la esperanza.

P.S. El periódico New York Times, así como otros periódicos de renombre internacional, se han hecho eco de la noticia abolicionista y no han tardado en ponerlo en relación con los problemas identitarios de Cataluña para con el resto de España y la resolución del Tribunal Constitucional acerca del Estatuto.