miércoles, 21 de abril de 2010

X. ¡Granada, todo es posible!


El sopor, la duermevela se ha apoderado de nosotros. De mí, particularmente. No sabía de qué escribir, de qué contarles hasta que la noticia ha sido lo suficientemente flagrante como para conmover el espíritu e inquietar al inasequible.

No daban las nueve y media de la noche cuando me azotó como un guantazo el último de los atentados perpetrardos en nuestra ciudad: el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Francisco Javier Martínez, Arzobispo de la Archidiócesis de Granada por decreto liquidaba el nombramiento del próximo Presidente de la Real Federación de HH. y CC. de Semana Santa de la Ciudad de Granada.
La inquietud se hizo manifiesta, las respuestas y las opiniones no tardaron en verterse.

Debemos acatar la decisión del Arzobispo, nobleza obliga. Debemos, sí, por deber de obediencia ante las decisiones de los órganos superiores de la Iglesia. Aunque no comulgar con ruedas de molino. D. Antonio Martín ha sido tocado con la vara de la gracia para ser, manu militari, Presidente de Federación. ¿Inspiración e iluminación arzobispal al señalar a este hombre con tales gracias? A mi juicio, lejos de la realidad. Radica esta cuestión en la mayor de las conjuras, de los necios siempre (por supuesto), la conspiración y manipulación más radical existente en los últimos años. Aún, realmente, no conocemos la profundidad de este muladar pero seguramente tenga raíces profundas, premeditadas con ansias y afán de poder que el Arzobispo se digna a aceptar. ¿Bajo qué intereses reales se esconde Monseñor para aceptar a Martín sin atender a más versiones?

El chapuz está servido. La conspiración consumada y ello lo da fe una relación lógica de datos. D. Gerardo Sabador Medina admite conocer esta decisión desde hace una semana (martes, 13) y, fortuitamente, ese mismo día se hace público el interés de Antonio Martín a ser candidato por la presidencia federativa. Esa es el dato, la conclusión que vaya por libre.

Granada, la Granada cofrade, está llena de déspotas avariciosos, despiadados sabuesos que se mueren por acariciar y probar de los elixires del poder. Encarnados ignorantes que a base de decreto imponen su autoridad aunque dejen en el mayor de los ridículos a sus conciudadanos y a sus feligreses. Prefiero no narrar por lo bochornoso que me resulta los gazapos múltiples cometidos por los federativos así como del propio Arzobispo, prolífico a todo tipo de cacicadas y decretazos varios. Dan fe, así, del estado terminal en el que se encuentran ambas instituciones.
No hay libertad, no hay voz para los católicos. No hay otra cosa que interés y ambición.

¿Qué sentido tiene la Federación si todo se zanja a la voz de un solideo? ¿Qué rigor tiene Federación si es capaz de consentir una imposición de este tipo? ¿Qué tipo de gente alberga Federación que admite un proceso inquisitorial así? ¿Qué persona acepta un cargo orgulloso sabiendo que va a ser la vergüenza de todo cofrade? ¿Qué Arzobispo se atreve a acallar al colectivo católico más numeroso y económicamente independiente de la Iglesia?

Queda a la luz de todos que la Federación no es más que un saco de catetos pueblerinos (1 ó 2 excepciones confirman la regla) que no quieren otra cosa que aparentar lo que no son, gente formada y respetable. Son una manada de incompetentes que no saben federar nada ni a nadie, ni dan fe ni realidad de ser un ente algutinador. ¿De qué nos extrañamos si luego eso mismo lo aceptamos en las Hermandades? ¡En Granada todo es posible!.

P.D. La imagen es un logotipo realizado por un movimiento cofrade reticente a aceptar y aceptar la imposición arzobispal, teniendo en cuenta que, en realidad, al Arzobispo le da igual lo que haya en la Semana Santa y lo que pase en las Hermandades, así como la vida de sus hermanos.


2 comentarios:

  1. En el fondo es la misma historia de hace cuatro años, cuando en petit comité repetía Gerardo hasta la saciedad que él no repetiría como Presidente de la Federación (doy fe) y luego lo es bajo solicitud de Su Excelencia.

    Entonces se fraguó esto. En Palacio conviene tener un amigo y servidor, un atento y displicente hombre sentado en la Plaza de los Lobos, y no alguien que pueda incomodar al sacerdocio y las canonjías.

    Un Presidente como Dios manda, le puede organizar un gorda a la Curia. Mueve la devoción de 20.000 cofrades. El Arzobispo sabe, este y todos, que los cofrades somos el motor de la catolicidad en España.

    Y actúan sibilinamente.

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  2. Gran verdad es la que mueve las manos de estos críticos que conocen a bien la situación de la Semana Santa en Granada. Bien conocemos que somos el mayor movimiento católico de España y que sin nosotros la Santa Iglesia Católica Apostólica Romana habría perdido la fuerza y devoción que posee en estas nuestras tierras. Sin duda Monseñor no sabe lo que hace al decretar tal imposición.
    Si de verdad estamos cabreados y descontentos los cofrades lo que hemos de hacer es manifestarnos en masa, y no me refiero a huelgas ni demás. Hagamos valer nuestra voz.

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